jueves, 22 de octubre de 2009

Enviando buenas ondas



Nueva York, pequeño gran satélite dentro de la tierra, gira y se mueve a otro ritmo. Aprovecharte de la gran cantidad de personas y de su mas que variada multiculturalidad, es lo más acertado que he llegado a hacer en esta ciudad, además de escapar de su consumismo absorbente y alienante, el cual pone en movimiento, desenfrenado, esta ciudad, inagotable, que no ­descansa ninguna de las veinticuatro horas, la ciudad que nunca duerme.

Down town (NY).

Broadway st, subiendo desde Central Park a Times Square.

Times Square.

Subway, parada World Trade Center.

Por supuesto, sus parques, avenidas, edificios, barrios, museos y zonas de ocio (Coney Island), no dejan a uno indiferente. Los parque son impresionantes, tanto por sus dimensiones como por su flora, además de la fauna (ardillas, ratones y una cantidad considerable de aves), los estanques estás limpios y parecen lagos debido a su gran tamaño, no solo Central Park, existen varias zonas verdes como esta de Brooklyn.


Llegué a Coney Island, ya puedo decir que soy un verdadero Warrior.


El metropolitano es una parada obligada, además de las colecciones individuales donadas por los magnates, inmigrantes multimillonarios demasiado ostentosos, por los edificios que las albergan, increíble, y solo he visto la primera planta.


El arte, sí arte, de la calle, tanto reivindicativo como elaborado, es uno de los puntos fuertes, en mi opinión, de esta ciudad que cuenta con un museo, el del Barrio, y una gran cantidad de murales, muchos de los cuales aún no he podido ver, el museo también quedó pendiente.

Homenaje al Black Power, Brooklyn, al lado de la casa donde duermo.

La ciudad de NY, representada por el cocodrilo, engulle el capitalismo.

Coney Island, Os gemeos, dos graffiteros de Sao Paulo.

A parte de las amistades que he hecho, y las antiguas, increíbles las dos partes, me han tratado y orientado de una manera excelente, me he encontrado como en mi propia casa, tanto en Queens, barrio latino, como en Brooklyn, en este último, las noches eran más moviditas, además de encontrarme como el blanquito del barrio, jajajaa…..

Washington, llena de memoriales absurdos, como el de Corea, Vietnam y pronto el de Irak. Me encontré un monumento a las víctimas del comunismo, con una frase del ilustradísimo George W Bush, hijo, denigrante. Por cierto el dueño del hostal era un ex-veterano de Vietnam, todo un hp, roñoso, narcisista y orgulloso de su gran país libre, demócrata y bienhechor de los países que invade, le llamábamos Norman por la película de Alfred Hitchcock, imagínense. Tenía que verlo con mis propios ojos, lo bueno, la cantidad de museos, del aire y la nasa, historia natural etc... No pude entrar, no tenía tiempo, pero vi el pentágono, el capitolio y la casa blanca, tiemblen……


Capitolio

Vista desde el monumento a Abraham Lincoln, al fondo el obelisco, monumento a su primer presidente y detrás el Capitolio.

Un amigo posando con un condecorado y orgulloso soldado, no se olía que nos estabamos mofando de él.
Monumento a las víctimas del comunismo, buf!!

Ahora, más tranquilo, he alquilado una habitación con bastantes comodidades en Puerto Viejo de Talamanca, me muevo en bicicleta y la época de lluvias está acabando. Las playas son espectaculares y la fauna aún no me ha sorprendido, espero ver boas, perezosos, tucanes y un sinfín de diversidad mas. Cuidense, besos y abrazos.

Los pelícanos pescan en Punta Uva


3 comentarios:

bolboreta dijo...

La bitácora del más viajero sigue ofreciendo crónicas maravillosas. Me alegro, Bertus. Por aquí te seguiremos leyendo.

Un besabrazo enorme.

escritoreslasclaves@gmail.com dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
el bledo dijo...

Muchos abrazos desde el CNICE, crack...